El crecimiento y el empleo son dos de los pilares fundamentales sobre los que se asientan las prioridades de la nueva Comisión Europea presidida por Jean-Claude Juncker. Para optimizar las oportunidades, el nuevo ejecutivo comunitario quiere sacar provecho de las nuevas tecnologías creando un mercado único digital del que consumidores y empresas se verán beneficiados.
Mercado único digital / Comisión Europea
La estrategia «Europa 2020» para el crecimiento de la Unión Europea, adoptada en 2010, cuenta con varias iniciativas para su puesta en marcha a nivel europeo. La «Agenda digital para Europa» es una de ellas, la cual debería favorecer la creación de un mercado único digital. El Presidente Juncker se ha comprometido a adoptar medidas durante los seis primeros meses de su mandato para crear un mercado único digital con los objetivos de acelerar las conclusiones para crear normas comunes sobre protección de datos, reformar la normativa sobre telecomunicaciones, modernizar las normas de derechos de autor teniendo en cuenta las nuevas tecnologías, simplificar las normas de protección de los consumidores en compras en línea, facilitar la creación de empresas innovadoras, y mejorar el aprendizaje y las competencias digitales.
Si las nuevas tecnologías no conocen fronteras, ¿qué sentido tiene mantener en la Unión Europea diversas regulaciones sobre telecomunicaciones, de derechos de autor o de protección de datos?, ¿por qué los ciudadanos europeos tenemos que pagar tarifas de itinerancia por utilizar nuestros teléfonos móviles en otros países de la Unión Europea? Por todo ello, el Presidente Juncker ha dejado claro que «las empresas deberían estar sujetas a las mismas normas de protección de datos y de los consumidores, independientemente del lugar en que se encuentre su servidor».
Además, un mercado único digital no sólo unificaría las diferentes normativas existentes hoy en día, sino que, según la Comisión Europea, este mercado digital podría generar hasta 250.000 millones de euros en el transcurso de la legislatura de la nueva Comisión (2014-2019) y cientos de miles de nuevos puestos de trabajo, especialmente para los jóvenes; así como una sociedad dinámica basada en el conocimiento. La intención es que el uso de las tecnologías y los servicios en línea se pongan en práctica de forma horizontal, abarcando todos los sectores de la economía y del sector público.
La Comisión Europea también estima que la mano de obra en el marco del mercado digital se incrementaría de 1,6 millones de empleados en 2013 hasta 4,8 millones en 2018, y triplicándose los ingresos, de 17.500 a 63.000 millones de euros.
El Presidente Juncker escribía en un artículo antes de las elecciones europeas que «Europa debería convertirse en un continente en el que usar el móvil en el extranjero sea tan simple y barato como en casa; donde los consumidores puedan descargar sin problemas una canción o una película en sus iPhones en cualquier rincón de la UE; donde los usuarios de Internet sepan que sus datos personales están bien protegidos independientemente del país en el que vivan, del servicio que utilicen o del país europeo en el que realicen la compra».
Asimismo, el Vicepresidente de la Comisión Europea responsable del Mercado Único Digital, Andrus Ansip, lamentó en un discurso pronunciado recientemente que 28 normativas diferentes suponen una barrera para que las pequeñas empresas puedan expandirse en la Unión Europea, así como para los consumidores que desean comprar en línea. Sin un mercado único digital, Europa no será lo suficientemente dinámica, emprendedora ni creativa para competir con nuestros rivales.
Si Internet nos ofrece grandes oportunidades tanto a los ciudadanos como a las empresas, y si las nuevas tecnologías llevan a la innovación, es importante eliminar los obstáculos existentes en el ámbito digital entre los países europeos creando un mercado único digital conectado y, por tanto, una Europa digital, más dinámica, más abierta y más competitiva para conseguir más crecimiento y más empleo.
Autor: Rubén Ruiz Calleja
Statu Quo Diplomático 